Sé que hace tiempo que no escribo. Mis disculpas a todos los que me seguís. No voy a enumerar mis excusas, porque sé que no tengo que disculparme con vosotros porque ya sabéis las razones.

Hoy quería escribir para felicitaros la Navidad a todos vosotros y desearos tantas y tantas cosas buenas para el próximo 2013, que no sabía si lo podría hacer con mis propias palabras. Así que me he adueñado de las palabras de otro, del gran Víctor Hugo, y así os dejo aquí todos mis deseos para el año que entra.

“Te deseo primero que ames, y que amando te amen. Y que si no es así, seas breve al olvidar y después de olvidar, no guardes rencor.

Te deseo también que tengas amigos y, aunque poco sabios, sean nobles y fieles, y que haya al menos uno en quién puedas confiar ciegamente.

Y porque la vida es así, te deseo también que tengas enemigos. Ni muchos ni pocos, en la medida exacta, porque así te harán cuestionar tus propias certezas. Y que entre ellos, haya al menos uno que sea justo, para que no te sientas demasiado seguro.

Te deseo también que seas útil, pero no insustituible. Y que en los momentos difíciles, cuando no te quede nada más, esta utilidad te sirva para mantenerte en pie.

Igualmente, te deseo que seas tolerante. No con aquellos que se equivocan poco, porque esto es muy fácil, sino con aquellos que se equivocan mucho y de manera irremediable, y que haciendo buen uso de tu tolerancia, sirvas de ejemplo a los otros.

Te deseo que siendo joven no madures demasiado deprisa, y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer, y que siendo viejo no caigas en la desesperación. Porque cada edad tiene su gozo y su dolor y tienen que fluir entre nosotros.

Te deseo también que tengas alguien de quién responder, que veas como crece y como madura y que reconozcas tu aportación en su forma de ser y en su forma de sentir. En aquello bueno, porque no hay nada más precioso que la vida, y en aquello malo, porque te hará sentir tus limitaciones más profundas. Y porque seas consciente que, aunque tú no lo quieras creer, y por mucho que intentes evitarlo, hay muchas cosas que se nos escapan de las manos. Por suerte.

Te deseo de paso un poco de tristeza. No todo el año, sino tan sólo un día. Pero que este día te sirva para descubrir que la risa habitual es buena, que la risa diaria es aburrida y que la risa constante es malsana.

También te deseo que vivas momentos difíciles, aquellos que ponen a prueba nuestra frágil fortaleza, y que te enseñen quién eres y quien tienes a tu lado. Y que cuando estos momentos difíciles pasen, porque tarde o temprano siempre acaban pasando, sepas darte cuenta que todo se puede superar y que, aunque muy poco, eres algo mejor que antes. Y que entonces sepas darlo a los otros, ayudándoles cuando les lleguen las dificultades.

Te deseo que descubras, y con máxima urgencia, que más allá de tu día a día existen y te rodean seres oprimidos, tratados con injusticia, y personas infelices.

Te deseo que acaricies un gato, eches una piedra a un río y escuches el silencio del alba, porque serás feliz con nada. Deseo también que plantes una semilla, por pequeña que sea, y que la acompañes en su crecimiento, para que descubras de cuántas vidas está hecha un árbol.

Te deseo también que tengas dinero, porque es necesario ser práctico. Y que al menos una vez al año pongas una parte de él ante ti y digas: “Esto es mío”, sólo para que quede claro quién es el amo de quién.

Te deseo que ninguno de tus sueños se muera, pero que si muere alguno, puedas llorar sin lamentarte de no haber hecho el máximo posible por él. Y enseguida, levantar la vista y volver a empezar.

Si todas estas cosas te llegan a pasar, no tengo nada más a desearte…”

Feliz 2013