La Navidad llama a nuestra puerta repleta de encuentros con nuestros seres queridos, celebraciones familiares, fiestas con los amigos… pero sobre todo, con importantes comilonas que se juntan en muy pocos días. Al abuso de las comidas calóricas y el alcohol, se le suma la falta de actividad física habitual durante estos días en los que los compromisos no nos dejan espacio para el gimnasio o para, simplemente, salir a caminar un buen rato.

Teniendo en cuenta que, por ejemplo, un solo mantecado nos suma 480 kcal – es decir, en hora y media de aerobic para quemarlo-,  o que 100 gramos de turrón de Jijona se traduce en 560 kcal –  o lo que es lo mismo, una hora de bicicleta-, es normal que en estos días pongamos de media entre 2 y 5 kilos de más.

¿Cómo evitarlos?

Ser conscientes de ello ya es un importante primer peso para que estas Navidades no nos obliguen a visitar las rebajas de enero en busca de una o dos tallas más. Pero también podemos poner en marcha algunos otros consejos que reducirán notablemente el impacto que estas celebraciones pueden tener en nuestro cuerpo.

  1. Controla las cantidades. No es cuestión de ir con una báscula a cada encuentro, pero podemos, por ejemplo, servir todos los entrantes en un solo plato y a la vez, en lugar de ir picando de bandeja en bandeja. De esta manera, serás consciente de la cantidad que comes.
  2. Menú ligero. Si eres el/la anfitrión/a escoge un menú más saludable. La Navidad no está reñida con ello. Por ejemplo, el pescado o el marisco son una gran opción si reduces las salsas tipo cóctel, rosa, mayonesa, etc. a la mínima expresión. El pavo o el capón también, pero deja la salsa y el relleno para los más delgados, sino, sumarás casi 600 kcal a tu plato.
  3. Entrantes bajos en grasas y saludables. Si puedes escoger, opta por un primer plato ligero como una ensalada de gambas o marisco, una crema o unas almejas al vapor. Piensa que ciertos canapés son una bomba de calorías, así que si te los evitas, mejor.
  4. Realizar un diario de lo que comemos. Es otra ayuda para controlar lo que comemos y compensar con más facilidad en la siguiente comida. Esto no quiere decir pasar hambre los días que no haya encuentros gastronómicos, sino que seamos conscientes que si en una comida ingerimos más, en la siguiente miremos de comer más ligero. Es importante no saltarse ninguna comida, ni pasar hambre, pues no nos ayudaría a controlar las calorías.
  5. Llega a la celebración sin hambre. Llegar a este tipo de encuentros con mucha hambre es sinónimo de comer demasiado. Antes de salir de casa toma unos aperitivos saludables como una pieza de fruta, frutos secos, un yogurt desnatado… así evitarás sentarte a la mesa con un hambre excesivo y podrás ser más consciente de lo que comes.
  6. Ojo con el alcohol. Dejar de lado el abuso del alcohol es algo a tener en cuenta, ya que nos aportan demasiadas calorías vacías que a la larga se convertirán en kilos de más, pues además impiden la quema normal de calorías por parte del organismo. Lo mejor es hacer los brindis con vino o cava. Y olvidarnos de las más peligrosas en cuestión calórica, los licores dulces, whisky, ron y coñac.
  7. Controlar los dulces. Turrones, mazapanes, polvorones, mantecados, bombones, roscos, fruta escarchada y demás dulces de Navidad bien vigilados. Es importante dejarlos para el final cuando ya hemos saciado el hambre y nos tenemos que desabrochar el botón del pantalón. Si bien no están prohibidos, escoge bien uno o dos trocitos, los que más te gusten y olvídate del resto. No te dejes engañar con los postres y turrones que pone “sin azúcar” o “light”, también están cargados de calorías.
  8. Descansados e hidratados. Es importante mantenernos hidratados durante todo el día, a base de agua y descansar como mínimo 8 horas diarias. En invierno solemos olvidarnos de beber agua y es habitual confundir tanto la sensación de sed como la de cansancio con la de hambre. Si bebemos suficiente agua, no confundiremos las distintas sensaciones y no comeremos de más.
  9. Las infusiones son buenas aliadas para combatir las comidas copiosas. Son un buen sustituto de meriendas y son diuréticas y nos ayudan a tener una mejor digestión. Las infusiones de hinojo, manzanilla, anís estrellado, menta… ayudan en las digestiones pesadas. El té rojo, además, ayuda a reducir el colesterol.
  10. Desintoxica el organismo entre fiestas. Aprovecha los días en los que no hay encuentros navideños para reducir el aporte de grasas y aumentar la ingesta de frutas y verduras, alimentos integrales (para mejorar el tránsito intestinal) y alimentos que faciliten la digestión como el yogur (mejor desnatado), la piña, los espárragos… No malgastes el tiempo delante de la televisión y saca algo de tiempo para hacer cualquier actividad física como salir a caminar, ir al gimnasio, una excursión en bici o bailar.

Y una vez se acabe tanta comilona, vuelve a unos buenos hábitos en cuanto te sea posible, no hace falta esperar al día 7 si puedes empezar el 1. Aprovecha el inicio del año para cumplir con unos buenos propósitos saludables.