Hoy sólo quería enseñaros unas fotos, porque son muy especiales. En este blog os he hablado mucho de Guinea Bissau, sobre todo, desde un punto de vista médico (que es lo que soy). Pero hoy os quiero hablar de otra cosa: de un contendor que ha llenado la despensa de un pequeño orfanato en Afia, uno de los barrios más pobres de la capital Bissau.
Sé que mucha gente critica el hecho de enviar comida a países pobres porque eso les hace más dependientes y que empeora el mercado local. Por eso nosotros sólo enviamos productos imposibles de encontrar en el país como leche maternizada, leche sin lactosa y muchos productos cargados de proteínas, y seguimos comprando los tomates, las lechugas y la fruta, por ejemplo, a los pequeños productores locales. Además, desde que enviamos este tipo de comida, la mortalidad de nuestros pequeños (y digo nuestros porque esos 140 niños huérfanos que viven en el orfanato Casa Emanuel me tienen el corazón robado) se ha reducido a los casos extremadamente graves y sólo por eso ya vale la pena.
Quería que vierais sus caras, cómo ayudan todos, grandes y pequeños a colocarlo todo. Pero también quería dar públicamente las gracias a todas las personas que lo han hecho posible, a todas las escuelas que se han implicado, a todas las empresas que han colaborado y a todos los amigos que se han organizado para poner su granito de arena y conseguir un inmenso mar de sonrisas. A todos GRACIAS.