En España, una de cada ocho mujeres sufrirá un cáncer de mama a lo largo de su vida. Y cada año unas 16.000 mujeres deben someterse a una mastectomía para acabar con la enfermedad. De ellas apenas unas 5.000 llegarán a reconstruirse el pecho y serán solo unas 2.000 las que lo consigan de manera inmediata, es decir, durante la misma cirugía que elimine el cáncer. Estos días han sido muchos los medios que se han puesto en contacto conmigo para preguntar sobre la reconstrucción de mama después de una mastectomía. Me preguntaban, por ejemplo, por qué es tan importante para la mujer reconstruirse, si han cambiado las técnicas, si reconstruirse afecta a la enfermedad… Esto me ha llevado a contestar las preguntas más frecuentes sobre la reconstrucción después del cáncer de mama por escrito y dejarlas en un post para que aclarar dudas a todas aquellas mujeres que sufren o han sufrido un cáncer de mama o a los familiares y amigos que las apoyan incondicionalmente.

Creo que la reconstrucción mamaria es un derecho de toda mujer que haya sufrido un cáncer de mama. Nadie debería obligar a una mujer que ha luchado contra una enfermedad como esta, llevar marcado en su cuerpo el continuo recuerdo de lo que ha sufrido.

¿Cuándo es mejor reconstruir?
Sin duda es mejor reconstruir en el mismo momento que se realiza la cirugía para extirpar el cáncer. La reconstrucción no afecta a la enfermedad: ni hace que vuelva a aparecer, ni retrasa su curación, ni hace que sea más difícil controlarlo o detectarlo si se volviera a reproducir… No afecta en ningún aspecto. Sin embargo, sí que beneficia en dos sentidos muy importantes: la salud psicológica y emocional de la mujer, por un lado, y en un mejor resultado de la cirugía reconstructiva, por otro.

¿Por qué mejora el resultado de la reconstrucción?
Porque el cirujano plástico puede manejar el tejido de la mama que va a ser extirpada mucho mejor en el momento de la mastectomía, que meses después de esa cirugía, cuando el tejido de la mama ya ha empezado a cicatrizar y está en peores condiciones para conseguir un buen resultado.

¿Por qué es tan importante la reconstrucción mamaria inmediata?
Distintos estudios demuestran que hasta un 40% de las mujeres operadas sin reconstrucción del pecho son más infelices por culpa de las secuelas de la mastectomía. Este sufrimiento afecta negativamente a su vida afectiva, a su sexualidad, a su autoestima, a su vida social y laboral… en definitiva, a todos los aspectos de su vida. La reconstrucción mamaria inmediata mejora la calidad de vida de la paciente en todos los aspectos, pero, especialmente, en su autoestima y su felicidad.

cáncer-de-mama-cirugía-reparadora¿Cómo ha cambiado el papel del cirujano plástico a la hora de hacer frente al cáncer de mama?  

En el proceso de curación de la paciente, el cirujano plástico ha abandonado un papel secundario para reclamar más relevancia. Hace 20 años, el foco médico de atención estaba en curar el cáncer, por ello no se reconstruía hasta que la mujer estaba curada y las reconstrucciones eran poco exigentes, más pensadas en mantener el papel social de la mujer que en su satisfacción corporal.
Hoy en día, ya no buscamos este tipo de reconstrucción, sino que pretendemos conseguir un pecho bonito más allá de la enfermedad. Unas mamas que consigan que la mujer se sienta a gusto con su físico, que se sienta satisfecha con su imagen corporal, que se sienta segura en sus relaciones de pareja… en definitiva, que la enfermedad no afecte su vida más allá de lo estrictamente necesario. Porque la mayoría de ellas van a ser curadas y van a tener una larga vida por delante en la que el cáncer no debería ser el foco de atención y un pecho mastectomizado el recordatorio permanente de que se sufrió esa enfermedad.

¿Y este nuevo concepto puede implicar operar ambas mamas aunque el cáncer solo afecte a una?
Sí, yo recomiendo a mis pacientes mejorar ambos pechos para que el resultado final sea el más satisfactorio, natural y bonito posible para la paciente. La mejora de ambos pechos puede ser solo estética o también se puede recomendar la eliminación de la glándula mamaria de la mama sana para evitar la aparición de otro cáncer.

¿Esto sería la mastectomía preventiva?

La mastectomía preventiva se lleva a cabo cuando se descubre que la paciente está genéticamente predispuesta a sufrir cáncer de mama y ella lo desea. Es un análisis muy sencillo que deberían hacerse las mujeres entre 30 y 40 años que tengan antecedentes familiares relevanes. Si es positivo, la mastectomía preventiva ha demostrado ser un tratamiento muy eficaz que consiste en extirpar el componente glandular de ambos senos antes de que aparezca la enfermedad, substituyéndolo por unos implantes mamarios. De esta manera se elimina la posibilidad de padecer cáncer y el resultado que consigue el cirujano plástico en un busto bonito y natural.
LAS TÉCNICAS

Hoy en día disponemos de diversas técnicas reconstructivas que se aplican según las necesidades de cada paciente, pero en cada una de ellas el objetivo es el mismo: conseguir un nuevo pecho lo más natural posible, con una técnica segura, obteniendo resultados duraderos en el tiempo y que afecte lo mínimo posible al resto del cuerpo.
En el caso de haberse realizado una cirugía conservadora en la que no se elimina toda la mama, sino sólo una parte, una opción es reponer el volumen mamario que falta mediante una remodelación con grasa de la propia paciente, estimulada con factores de crecimiento. La técnica consiste en realizar una pequeña liposucción a la mujer, se procesa la grasa y después se introduce en la zona a tratar mediante unas pequeñas cánulas. En este caso suelen ser necesarias 2 o 3 sesiones para conseguir el volumen deseado y es necesario que la mujer disponga de dicha grasa.
Cuando se ha realizado una mastectomía total existen diversas técnicas reconstructivas:
La colocación de un expansor, es decir, un tipo de implante vacío que, de forma progesiva y a lo largo de unos meses se va rellenando con suero, para que dilate la piel de la mama y ser substituido posteriormente, y una vez conseguido el volumen adecuado, por una prótesis de gel cohesivo de silicona, consiguiendo así un resultado definitivo bastante natural.
Utilización de tejidos propios de la paciente (colgajos) para dar forma y volumen a la nueva mama. Esta técnica resulta más compleja que la anterior y suele utilizarse cuando la piel del pecho está muy castigada o la paciente no desea utilizar prótesis. En este caso, el cirujano toma tejidos de la propia paciente, fundamentalmente grasa y piel, pero de otra zona, por ejemplo del abdomen o de la espalda, para dar forma y volumen a la mama. Es una técnica, además de su mayor complejidad, tiene el inconveniente de provocar nuevas cicatrices en el cuerpo de la mujer, pero en contrapartida, el resultado es más natural.
En ocasiones, incluso se pueden llegar a combinar ambas técnicas. La decisión de llevar a cabo una u otra dependerá de varios factores, por ejemplo, es fundamental conocer qué desea hacer la paciente con el pecho sano para elegir la técnica. Otro factor decisivo a la hora de decantarse por una técnica u otra es conocer la necesidad o no de radioterapia.

Puedes saber más de estas técnicas en este enlace.