Han sido cuatro los programas de El Cirujano y muchos los meses de grabaciones, pero ha valido la pena. Os he podido mostrar qué se esconde detrás de una bata blanca y qué hay detrás de las puertas de quirófano, que es lo que realmente quería. Durante todas estas semanas he recibido multitud de emails y comentarios en el blog acerca de mi labor profesional y de mi labor solidaria. Son palabras amables, llenas de sentimiento y de ánimo que agradezco enormemente. Aunque debo reconocer que me siento algo abrumado, me ayudan a seguir adelante, no sólo dentro de mi consulta sino también en Guinea Bissau, con mi fundación y con la onegé AMIC.

Tantos elogios hacia mi persona y mi forma de trabajar me satisfacen aunque no creo que haya muy pocas personas como yo en el mundo. Son muchas las personas que intentan realizar lo mejor posible su trabajo y que deciden hacer algo para que el mundo sea un poco mejor para todos. Es sólo que la televisión me ha dado la gran oportunidad de mostrarlo, pero os aseguro que el mundo está lleno de personas anónimas que cada día se esfuerzan por conseguir logros como éstos.

A todos los que habéis hecho referencia a mi labor solidaria en Bissau, desde aquí os invito a que forméis parte de ella. Como ya dije en una anterior ocasión, caridad es dar aquello que nos sobra y solidaridad es compartir lo que tenemos. Tiempo, ilusión, ganas… son muchas las cosas que podemos compartir con los demás. Y por pequeño que sea nuestro gesto, siempre valdrá la pena.
Son las pequeñas cosas las que producen grandes cambios.

De nuevo, muchas gracias.