Guinea Bissau, el pequeño país de África Occidental en el que trabajamos con la ONG, está sufriendo una de las peores crisis políticas desde que acabó la guerra civil hace 10 años: su presidente y el jefe del ejército han sido asesinados. Dicen que ha sido un ajuste de cuentas, un ojo por ojo: y yo no voy a entrar a valorarlo. Lo único que sí puedo valorar es la angustia de las personas que viven allí, el no saber qué pasará, el no saber qué decidir. Muchos guinenses han cogido sus pocos bártulos y a sus pequeños y se han trasladado al interior.

Os dejo con la crónica de Eugenia, una de las directoras de Casa Emanuel.

“Queridos hermanos y amigos:
La tarde de ayer era de un silencio casi total. El unico ruido fuerte que escuchamos, eran de los motores de un avión de Senegal que llegó a llevarse a los heridos graves para el hospital de Dakar. La esposa del Presidente Nino Viera está a salvo , pero como es natural ella está muy afligida.
Todas las personas opinan que fue un ajuste de cuentas. La violencia nunca permite un ganador.
Todos sabemos que el perdón era el camino cierto…pero ese milagro de amor solo sucede cuando el Señor toma cuenta de nuestra vida.
La noche fue calma. La Asamblea Legislativa inicia su trabajo hoy. Según la Constitución de Guinea-Bissau, el presidente de la Asamblea toma el lugar de manera interina y dentro de dos meses se convocan elecciones presidenciales. Las señoras nacionales que nos ayudan vinieron a trabajar y eso representa un gran alivio. Las cosas están volviendo a la normalidad poco a poco. A la escuela vinieron muy pocos alumnos y aún existe cierto temor en la población. Algunas familias enteras viajaron a pie al interior del país cargando sus pocos bienes en la cabeza. Fueron decretados 7 días de Luto Nacional.
En otra de sus misiones, Isabel salió a tratar de conseguir leche y verduras para los niños.  Gracias a Dios todos estamos con salud y nos animamos unos a otros con fe y esperanza.
Ninguno de los misioneros ni las tres voluntarias de Cataluña, abandonaron sus trabajos, aun teniendo la posibilidad de viajar, decidieron permanecer para ayudarnos con los niños.”