Alimentarnos bien y de forma saludable significa tomar pescado, fruta, verdura, cereales integrales, aceite de oliva,… es decir, nuestra sanísima dieta mediterránea. Todos, más o menos, sabemos que este tipo de dieta reduce los riesgos de padecer cáncer o una enfermedad cardíaca. Pero ahora se ha descubierto que esta dieta equilibrada y tan nuestra protege a nuestro cerebro que envejece (al fin y al cabo el de todos) del daño relacionado con los problemas cognitivos. Es decir, que si nos alimentamos bien, nuestra cabeza permanecerá lúcida más tiempo.

En una sociedad como la nuesta en que cada vez la esperanza de vida es más larga, esto puede ser una gran noticia. Nuestro cerebro es nuestro órgano más preciado: el motor de nuestro conocimiento, la biblioteca de nuestra experiencia y el álbum de nuestra vida.

Soy de la opinión que, cuando olvidamos nuestro pasado y dejamos de reconocer a los que nos quieren, perdemos la esencia de quienes somos.

Hasta hoy y para mí, alimentar bien a nuestro cerebro significaba leer, investigar, curiosear.. Ahora tendré que replanteármelo y mirar mi nevera con otros ojos.